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Medallista anónimo

Tras su oro en anillas, Arthur Nabarrete Zanetti se transformó en una superestrella en su país.

Alonso Sanchez

Martes 7 de agosto de 2012

El gimnasta brasileño Arthur Nabarrete Zanetti, quien entró el lunes en la historia olímpica tras conquistar el título en la final de anillas en Londres 2012, acapara hoy toda la atención de su país, donde hasta ahora era prácticamente desconocido.

Zanetti superó contra todos los pronósticos al chino Chen Yibing, cuádruple campeón mundial y monarca olímpico en Beijing 2008. Pese a que los analistas deportivos lo considerasen candidato a una presea, la dorada no estaba valorada como su principal posibilidad, mucho menos después de avanzar a la final con la peor nota entre los clasificados.

Sin embargo, el brasileño, de 22 años de edad y 1,56 metros de altura, tuvo una impecable ejecución que lo convirtió en el primer latinoamericano en conquistar un oro en una final por aparatos de la gimnasia artística, además de ser el segundo título de Brasil en la cita londinense.

Su victoria resultó una total sorpresa para sus compatriotas, desesperanzados luego del fiasco la semana pasada del equipo femenino y de Diego Hypólito, bicampeón mundial en suelo, quien repitió en Londres el fracaso de Beijing.

Tras la pronta eliminación de los gimnastas con mayores posibilidades precompetencia, restaban Sergio Sasaki, décimo en la general individual celebrada el domingo, y Zanetti, clasificado con la peor nota a la final.

Sin embargo, después de subir a lo más alto del podio con una puntuación de 15,900 unidades, superior a los 15,800 de Chen, Zanetti reveló que desde marzo había estado trabajando en la serie de ejercicios que presentó en la final, pero que en la clasificación había realizado un ejercicio de menor envergadura por una cuestión de estrategia.

"Había hecho una serie un poco más básica en la clasificación para no ir de primero (en la final), y resultó. Clasifiqué último y realicé mi mejor rutina, la cual me dio una nota maravillosa", comentó.

Confiado en su condición de gran favorito, Chen Yibing fue el primero en hacer su ejercicio en la final y tras sus 15,800 puntos, se sentó a observar cómo los demás competidores finalizaban debajo de su puntuación. Todos, excepto el brasileño, colíder de la prueba en el Mundial de 2011.

"Vi su nota y sabía que era muy buena, pero confiaba en poder superarla", aseguró Zanetti, quien practica gimnasia artística desde los siete años de edad en la Sociedad Esportiva Recreativa Cultural Santa María, de la ciudad de Sao Caetano, periferia de Sao Paulo, donde nació, y siempre con el mismo técnico, Marcos Goto.

Otro apoyo fundamental en la carrera deportiva de Zanetti es su padre, Arquímedes, quien fabrica en su taller los equipamientos utilizados por su hijo, como las anillas.

En sus primeras declaraciones como único campeón olímpico brasileño de la modalidad, Zanetti dijo esperar que su oro pueda hacer que "la gimnasia deje de ser vista por la mayoría (en Brasil) como un deporte para niñas".

Agregó que le gustaría ver en los Juegos de Río de Janeiro 2016 la conquista de más títulos en esta disciplina deportiva, "no solo para mí, sino para todo el equipo de gimnasia artística".