Hace exactamente un mes Gran Bretaña sonreía en Wimbledon con la clasificación de Andy Murray a la final del Grand Slam. Eso sí, en el último partido, el rival era un peso pesado: Roger Federer que en ese entonces buscaba volver a ser el número uno del mundo.
El triunfo fue para el suizo, pero en el paladar del escocés quedó sed de revancha. El tenista clasificó a la final de los Juegos Olímpicos tras vencer en dos sets al dos del mundo Novak Djokovic por 7-5 y 7-5 en dos horas de partido.
El representante local se vio muy sólido en la cancha. Tuvo un 64% de efectividad en el primer servicio y un 100% en el segundo. Además se matriculó con cinco aces y tuvo 16 errores no forzados. Al serbio le quebró el servicio en dos ocasiones de cuatro posibilidades y tuvo 25 winners a su haber.
Con este triunfo, Murray refrenda un gran año sobre la hierba de Wimbledon. Ahora deberá enfrentar a Roger Federer, que venció a Juan Martín del Potro en un extraordinario y dramático partido que se extendió por cuatro horas y 26 minutos.