Roger Federer se enfrentará este viernes a su compatriota Stanislas Wawrinka en las semifinales del US Open. El número dos del mundo consiguió su clasificación en la tarde del miércoles, tras vencer cómodamente al francés Richard Gasquet  por 6-3, 6-3 y 6-1.

Del otro lado, Novak Djokovic y Marin Cilic, campeón defensor, disputarán la otra llave de la que saldrá el candidato para optar por el título en Flushing Medows.

Federer, uno de los favoritos para alzarse con la victoria en Nueva York, no gana el Abierto de Estados Unidos desde el año 2008, cuando se coronó por quinto año consecutivo.

Sin embargo, el suizo ha seguido cosechando éxitos en estos años. 87 títulos se acumulan en su larga lista de éxitos. Entre ellos, dos medallas olímpicas (oro en 2008 y plata en 2012) y el récord de victorias en competiciones Grand Slam; 17 en total.

Su último gran trofeo fue en 2012 en Wimblendon, en categoría individual, con el que consiguió meterse en la lista de los once tenistas de la "era open" que siguen ganando Grand Slams pasados los 30 años.

Padre de cuatro hijos y con 34 años, el tenista aún se siente joven para seguir empuñando la raqueta y ofreciendo grandiosos espectáculos para los amantes del tenis. Eso sí, Roger Federer ha tenido que cambiar su técnica e innovar para competir contra la juventud de los nuevos tenistas.

Para ello creó lo que se ha bautizado como el "Sneaky Attack by Roger" (el ataque sorpresa de Roger), que nació, curiosamente, tratando de acortar un entrenamiento con el francés Benoit Paire.

Esta técnica no es exclusiva de Federer, como explica el periodista deportivo Gastón Fauré, sino que ya ha sido usada por otros deportistas en el ocaso de sus carreras. Sin embargo, el suizo le ha añadido un toque personal a esta nueva táctica, según analiza el comunicador en un nuevo capítulo de "Más que fútbol".

Habrá que esperar, entonces, hasta este domingo para comprobar si el cambio de juego del suizo le vale para mantenerse en lo más alto del tenis mundial.

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