Tiene solo 10 años y compite entre giantes.
Es la historia de la pequeña nadadora Azain Tareq quien de la noche a la mañana se transformó en la estrella mediática del mundial de natación que se realiza en Kazán, Rusia.
Este viernes, en la primera serie de clasificación de los 50 metros mariposa, la pequeña niña de Bahrein se subió a la base del carril número tres de la piscina donde se compite en este torneo mundial.
Silencio en las gradas y toda la expectación ante una tierna y menuda niña que se convirtió en récord para este tipo de disciplinas: a sus diez años, es la competidora más joven en un Mundial de Natación.
Se lanzó para obtener su clasificación a la final para así pelear por medalla, pero sus centímetros menos que las otras competidoras la relegaron al último lugar de su serie y no poder pelear por ningún tipo de trofeo.
Pero a pesar de quedar fuera, su alegría era incontenible tras recibir, de manera calurosa y muy afectuosa, todo el respeto de la gente que estaba presente en la piscina olímpica.
Se fue, tan tranquila como llegó, pero adelantando que tiene un futuro inmejorable para convertirse en una de las mejores nadadoras que este deporte acuático no puede hacer soñar.