Se podría decir que el ciclismo es uno de los menos violentos ya que prácticamente no hay contacto físico entre sus competidores.
Sin embargo, Gianluca Brambilla e Ivan Rovny se encargaron de demostrar lo contrario en la Vuelta de España.
Cuando se desarrollaba la decimoquinta fecha, el italiano y el ruso comenzaron a insultarse de una bicicleta a otra, hasta quedar pegados y comenzar a lanzarse golpes.
La razón fue que Brambilla le reclamó a su colega que no se haya puesto adelante del pelotón para "tirar" del mismo, rol que suelen cumplir todos los ciclistas en algún momento de la carrera.
El altercado entre ambos duró varios segundos ante la mirada de los presentes, en un hecho que tuvo graves consecuencias para ambos.
La organización los interceptó a pocos kilómetros de la meta para comunicarles que ambos estaban descalificados por su conducta antideportiva.