En el último Gran Premio de la Fórmula Uno, Fernando Alonso y Sebastián Vettel llegaban con las opciones intactas de ser campeones de la máxima categoría del automovilismo mundial.
El piloto de Red Bull logró remontar un pésimo arranque de carrera y logró ganar el cetro como el mejor de la temporada por tres puntos puntos sobre el español Fernando Alonso.
Este último, tenía la opción de ser el mejor del año si lograba ganar en Interlagos (Brasil) o esperar que el alemán no puntuara en la última carrera de la temporada.
Sin embargo, el hombre de Red Bull logró remontar su pésimo inicio y pudo sacar puntos vitales que le sirvieron para convertirse en un nuevo tricampeonato de la Fórmula Uno.
El resultado final de la clasificación general le entregó el campeonato a Sebastián Vettel con 281 puntos, mientras que el piloto asturiano logró 278 puntos.
En la premiación de la carrera se veía a un desconsolado Fernando Alonso quien, con un auto infinitamente inferior al Red Bull de Vettel, luchó carera por carrera para estar lo más arriba posible para lograr un soñado campeonato.
Además, el fin de esta carrera marca el fin de una era en la Fórmula Uno, pues el alemán Michale Schumacher se despide para siempre del automovilismo que lo levantó como un ídolo a nivel mundial.
