Quedaban poco más de dos segundos para que se acabara el partido y la Universidad de Rochester caía por dos puntos ante la de Chicago, en un duelo correspondiente a las ligas universitarias de Estados Unidos.
Los que iban por debajo en el marcador contaban solo con un tiro libre a su favor, lo que no les alcanzaba para poder revertir el resultado, por lo que idearon una espectacular maniobra.
Sam Borst-Smith, que contaba con un buen porcentaje de efectividad desde la línea de libres, falló intencionalmente el disparo y, sorprendentemente, la pelota volvió a sus manos con el rebote.
Pese al escaso tiempo con el que contaban, éste logró pasársela a su compañero Mack Montague, quien realizó un triple justo en las últimas milésimas de partido que quedaban, logrando dejar el duelo 77-76 a su favor y desatando la locura entre sus compañeros y asistentes.