Dani Álves se robó la película en la goleada del Barcelona ante el Getafe. Y es que el lateral vio desde la banca el triunfo, pero se encargó de molestar a cada uno de sus compañeros. Y al parecer, su sentido del humor no le pareció agradable al siempre serio Ter Stegen.
Luis Suárez, Iván Rákitic, Jéremy Mathieu y hasta el preparador de arqueros fueron víctimas de las “locuras” del lateral, quien a punta de “palmadas” en la cabeza, gestos histriónicos y risas, alegró el banquillo blaugrana.
En un momento, el brasileño simuló intentar golpear al meta alemán, quien no realizó ningún gesto, conservando su duro semblante.