El deporte da para muchas anécdotas y circunstancias llamativas.
Pero pocas veces se ha visto algo como lo que ocurrió en un partido del Mundial femenino sub17 de baloncesto entre las selecciones de México y Eslovaquia.
La situación es la siguiente: tras una falta personal, una jugadora mexicana lanza dos tiros libres que falla. Sin embargo, en el rebote comienza de inmediato la ceremonia de la confusión, ya que una eslovaca agarra el balón, se lo pasa a una compañera y, en vez de comenzar un ataque contra su rival, se gira y anota sin oposición... ¡una canasta en su propio aro!
Pero ahí no acaba el equívoco, ya que las mexicanas, desorientadas por la "autocanasta", sacan de fondo y comienzan a atacar contra su mismo campo, donde ya se ha montado la defensa europea.
Al final, los árbitros paran el partido y reinstauran el orden en un partido que "se dio la vuelta" de forma nunca antes vista.