Poco le importó a Lebron James la cómoda victoria que su equipo, los Cleveland Cavaliers, le estaba propinando a los Atlanta Hawks en la NBA. Y es que el jugador es conocido por su talento innato, pero también por su especial carácter.
En el partido, James protagonizó una particular “pataleta” que dejó a los Cavaliers con uno menos en el campo de juego. La estrella del básquet se enfadó con sus compañeros tras recibir un pase erróneo y no encontró nada mejor que irse al banco sin previo aviso.
Tras la acción, los árbitros decidieron cobrar falta técnica en contra de su equipo.
De igual forma, su equipo derrotó al rival por 109 a 97 y el jugador aclaró que “Metí la pata (…) ya me disculpé con mis compañeros por eso”.