Jasmine Jordan tenía sólo cinco años cuando su padre lideró a los Chicago Bulls para levantar su sexto anillo de la NBA. Sin embargo, para ella era un padre normal y no lograba dimensionar la leyenda deportiva que era. Eso hasta ahora con "The Last Dance", el documental que repasa la historia detrás de la impresionante carrera de "MJ", y que ha causado impacto a nivel mundial.
“Era tan normal como podía ser. Se involucró mucho en mi infancia. Me recogía del colegio, me llevaba a hacer mis cosas e intentaba estar todo el tiempo que podía estar mientras lidiaba con los entrenamientos y su conversión a icono mundial”, contó la joven de hoy 27 años.
"Ahora puedo ver lo que realmente ocurría durante esa época, entenderlo desde otra perspectiva. Ha sido increíble y estoy disfrutando los momentos extraños y puros", agregó.
En esa misma línea, reveló cómo fue que se dio cuenta de lo importante que era su padre. “¿Porqué todo el mundo está enamorado y obsesionado con mi familia?”, se preguntó un día.
“Lo busqué en Google y aparecieron un montón de cosas. Y pensé, ‘espera, no había entendido que esto tenía tal magnitud’. Me costó un tiempo, quizás hasta la adolescencia, para comprender por qué todo el mundo quería tanto a mi familia y a mi padre”, añadió.
De hecho, Jasmine contó que le preguntó a su padre por qué hacía todo eso, y recordó que él se lo tomó con humor porque parecía que lo entrevistaba: "Mira, esto es algo que amo. El juego es parte de quién soy. Es parte de mí. He trabajado muy duro para cultivar y crear esta historia y el legado que estoy construyendo. Un día, tu podrás gozar de los beneficios, hacer lo que quieras con ellos", respondió Jordan.
Respecto a la impresionante competitividad de su padre, expuesta en el documental, Jasmine dijo que también es así en la vida cotidiana: “Si juzgamos la competitividad del 1 al 10, mi padre sería un 50. Él no juega a juegos. Desde puzles hasta sudokus, Mike siempre quiere ganar".