a hazaña que lideró Nicolás Massú en Atenas 2004 sigue siendo inolvidable, a pesar de que este fin de semana se cumplieron nada menos que 16 años del día en que venció a Mardy Fish en la final en un maratónico y dramático partido.
Junto a Gustavo Huerta, el "Vampiro" hizo en "Zoom" un repaso de lo que fue su carrera, pero específicamente el torneo que no solo le cambió la vida, sino que también la historia del deporte chileno.
Refiriéndose al primer título que obtuvo en su carrera, cuando derrotó a Agustín Calleri en la final del ATP de Buenos Aires remontando un partido increíble, Massú dejó en claro que a partir de ahí hizo "saber que cuando a alguien le tocaba jugar conmigo, se preparaba para una batalla".
Fue así como el actual capitán de Copa Davis fue repasando su trayectoria en el cuadro de singles de Atenas, donde señaló el partido contra Carlos Moyá como una bisagra en su performance.
No obstante, el haber conseguido la medalla de oro junto a Fernando González en el dobles, un día antes de la final de singles, le trajo gloria y felicidad, pero a la vez cansancio que no lo hizo llegar de la mejor manera al partido decisivo.
"En ese momento tenía que sacarme el chip y entender que era el partido más importante de mi vida", dijo Massú, recordando que el día anterior a la final "me acosté tarde y al otro día tenía que hacerme un control de antidopaje de sangre".
Massú salió a jugar el partido con todo y rápidamente tomó ventaja en el marcador, pero recuerda: "Yo empecé muy bien el partido, con mucha confianza, y de a poco empecé a caer".
Sin embargo, reveló cómo se motivó para poder sacar fuerzas de donde no tenía: "Empecé a acordarme en ese momento de las cosas que viví esa semana, me empecé a meter en la cabeza esa furia y me sirvió mucho".
"Cuando gano el cuarto set, yo sabía que era la gran oportunidad de mi vida", dijo el "Nico", que ya en el quinto parcial afirma que "cuando estábamos 2 a 2, me di cuenta que le iba a ganar".
Al conseguir su segunda medalla de oro, Massú rememora que sintió "la emoción máxima, imagínate, partí jugando al tenis a los 5 años (…) demostrar a mi familia que valió la pena, todo lo que me apoyaron, el tiempo".
Además, pensó en lo que significaba a nivel nacional: "El mensaje que uno puede entregar corriendo jugando tenis: decir que los chilenos sí podemos".
Rocky y su frase más famosa
Por último, recordó su famosa frase "nada es imposible, ni una wea" (sic) cuando se impuso en un maratónico partido por Copa Davis en 2009, confesando en qué se inspiró para esas declaraciones que sirvieron para representarlo totalmente como deportista.
"Desde chico siempre tuve momentos donde me enfocaba en algo (...) Escuchaba la música de Rocky IV, vi la película mil veces y me acompañó toda mi carrera", comenzó diciendo.
"No sé por qué en ese momento me acordé cuando Rocky termina peleando con Iván Drago y termina ganando pese a todo y da un mensaje al final", así que de alguna forma en aquella Copa Davis lo imitó.
"Siempre me imaginaba entregando un mensaje, a mi manera, (y fue) con una palabra chilena por ahí", dijo entre risas.
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