Rory McIlroy confirmó este fin de semana que es el "Niño Maravilla" del golf al conseguir el Abierto Británico, el tercer major de su carrera, con tan solo 25 años.
A causa de ello se llevó un premio de casi un millón y medio de dólares, lo que, indirectamente, le dio una buena cantidad de dinero a su padre y amigos de él.
¿La razón? Resulta que el progenitor del golfista, Gerry McIlroy, hizo una insólita apuesta hace diez años, la que terminó dándole réditos con la consagración de su hijo en el mencionado certamen.
En ese entonces, el padre del deportista juntó 450 euros (unos 345 mil pesos chilenos actuales) con amigos y apostó que su hijo ganaría el Abierto Británico antes de los 26 años.
Debido a lo arriesgado ya que McIlroy solo tenía 15 años y aún estaba lejos de las "grandes ligas" del golf, si la apuesta se hacía realidad, el monto apostado se multiplicaría por 500.
Con la victoria del joven golfista este fin de semana, su visionario padre y sus amigos se llevaron nada menos que 225 mil euros, algo así como 172 millones de pesos chilenos, lo que significó un buen motivo adicional para celebrar el triunfo.