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Salto base: el saltador extremo nacional que seduce al mundo

La última proeza de Julio Muñoz fue saltar desde el techo de un edificio en Santiago. Esta y otras hazañas del especialista chileno han hecho que desde otras latitudes se peleen por grabar sus saltos al vacío.

Daniel Andrade

Viernes 14 de febrero de 2014

Julio Muñoz es tercera generación de paracaidistas, y es uno de los mayores exponentes del salto de base en Chile. Este deporte consiste en saltar al vacío desde edificios, acantilados, antenas o cualquier lugar de altura que esté fijo aferrados a un paracaídas.

Según comenta este deportista extremo, esta disciplina  es como un "primo" del paracaidismo, pero con la diferencia de no lanzarse de un avión ni usar un paracaídas de emergencia.

Este hombre que "nació con el olor al avión y a paracaídas", hizo noticia la semana pasada cuando saltó desde la azotea de un edificio en Las Condes, aterrizando al costado de Avenida Kennedy. Según cuenta, se le ocurrió fortuitamente cuando conoció a un saltador norteamericano durante el Flugtag 2014 y sin pensarlo lo hicieron.

Para él esto no es un deporte, sino un estilo de vida. Es por esto que tiene su propia escuela de paracaidismo y ha recorrido el mundo saltando desde acantilados, antenas y edificios.

Su salto más impresionante lo realizó desde 4 mil metros de altura en Loma Rabona, al costado del Cerro el Plomo, en un lugar al que sólo se accede en helicóptero y con una caída de más de mil metros. Lo diferente de esta prueba fue que el salto lo realizó arriba de una moto, la que cayó al vacío.

Ese fue el proyecto "Base Los Andes", cuyas imágenes recorrieron el mundo, llegando en dos días a los ojos de una productora británica que en las próximas semanas filmará la repetición de la proeza en directo para Europa.

Pese a la vasta experiencia, reconoce que cada vez que está al borde de un acantilado siente algo en el estómago. "Es un deporte donde no hay vuelta atrás, si no se abre el paracaídas se acabó todo", explica el deportista.

Advierte que no cualquiera puede hacerlo, ya que a diferencia de él, no todos tienen la preparación, la experiencia y los equipos para enfrentarse a este desafío extremo.

Esta es la historia de un hombre que vive enfrentando la gravedad, y quien a cientos de kilómetros por hora logró que el mundo pusiera los ojos en él.