El recordista mundial de 100 y 200 metros Usain Bolt aseguró este martes en Río de Janeiro que confía en sumar más oros olímpicos en los Juegos Olímpicos de 2016 que se realizarán en esta ciudad brasileña.
El atleta jamaicano, que tendrá 30 años en 2016, admitió que no llegará allá con la misma forma física que le permitió ganar tres preseas doradas en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y otras tres en Londres 2012, pero se mostró confiado de que se convertirá en una leyenda del deporte como Pelé, Mohamed Alí y Michel Jordan.
"Todo depende de cómo manejaré estos cuatro años. Si me cuido y trato de no forzar demasiado el cuerpo creo que puedo llegar bien a Río. Un atleta llega a su mejor nivel a los 27 años, pero con un trabajo constante y sin exageraciones uno puede permanecer en un nivel muy alto", justificó Bolt, de 26 años, en una rueda de prensa durante una visita a la Vila Olímpica de Mato Alto en la zona oeste de la ciudad.
"Mi plan era el de intentar competir en salto en longitud, pero tendría que empezar antes de los Juegos de Río. Hablé con mi técnico y él teme que pueda causar problemas en la rodilla y en la cadera. Tendremos que reevaluar, porque podría dañar mi oportunidad de venir a Río para los Juegos de 2016. Esto lo decidiremos en breve, veremos si es posible o no", dijo.
Bolt, que está en Río de Janeiro para cumplir compromisos con sus patrocinadores, mostró que también es rápido como turista.
En su primer día en la ciudad el velocista dio un paseo en helicóptero para conocer las playas y las instalaciones de las próximas olimpiadas entre ellas el estadio Maracaná sobre el que escribió en su twitter: "La construcción a velocidad Usain Bolt para la Copa del Mundo de fútbol", haciendo referencia que dicho recinto será sede en las justas deportivas de 2014 y 2016.
Luego, subió al Corcovado para conocer la estatua del Cristo Redentor, donde firmó autógrafos y posó para fotos de la prensa y de aficionados.
Frente a la estatua mundialmente conocida como símbolo de Río de Janeiro, Bolt hizo el famoso gesto con el que celebra todas sus victorias, los dos brazos elevados a un lado dibujando una diagonal, inaugurando una nueva moda entre los visitantes del Cristo que pasaron a imitarlo.
Más tarde visitó un complejo deportivo municipal situado en el barrio de Jacarepaguá, donde recibió las llaves de la ciudad de las manos del alcalde, Eduardo Paes.
[Agencia Xinhua]