Volvió para quedarse.
David Pizarro regresaba para vestir la "7" de Chile luego de ocho años de dimes y diretes. El jugador de la Fiorentina se marginó en el proceso de Nelson Acosta y ni siquiera Marcelo Bielsa lo pudo hacer volver. Ahora jugó por Chile y de qué manera.
El "Fantasistas" fue una de las figuras del triunfo de Chile ante Bolivia por 3-1 con un fútbol mágico. Cada pase fue digno de un sombrero de mago para siempre habilitar a un compañero, talento y sacrificio que le hacía falta a la selección ante la ausencia de Valdivia y la lesión de Matías Fernández.
"La victoria fue sufrida pero es una victoria muy meritoria. Estuvimos siempre en su arco y logramos ganar", dijo Pizarro.
"El sueño mío era volver a este país que lo eché mucho de menos", agregó Pizarro sobre su vuelta a la Roja.
Trabajó mucho para volver, llegó con anticipación para aclimatarse al estilo de Jorge Sampaoli y esperó, aguantó la ansiedad de no estar ante Paraguay, sabiendo que su partido era ante los altiplánicos.
"Me vine tres semanas antes para tomar el ritmo de los entrenamientos de Sampaoli que son muy intensos", y la vuelta fue gracias a las conversaciones con el técnico y a la meditación de la idea de volver para el hombre de Valparaíso, "siempre he pensado mucho las cosas a la hora de decidir, pero estoy feliz de venir a terminar un amor inconcluso", dijo Pizarro.
Un regreso feliz para el chileno, quien de seguro estará en las próximas nóminas de la selección: "Hoy la gente se va contenta”, cerró el nuevo "cerebro" de la Roja.