El ambiente era una caldera. Cuando restaban quince minutos para que arrancara el duelo entre Chile y Venezuela comenzaron a darse las alineaciones por los altoparlantes del estadio.
Casi como un "circo romano" los cerca de 50 mil hinchas nacionales juzgaron y midieron con gritos y aplausos a cada uno de los jugadores. La mayoría salió airosa, aunque también hubo afectados.
El show de algarabía lo inició el nombre de Claudio Bravo con una tremenda ovación en el día que iguala a Nelson Tapia como el segundo jugador con más presencias en la “Roja”.
La línea defensiva también tuvo su gran ganador: Gary Medel. Al “Pitbull”, tanto el codo sur y norte, marcados por las barras de la U. de Chile y Colo Colo, lo recibieron como a un crack.
Pero sin duda la gran ovación se la llevaron los jugadores del mediocampo. Al momento en que se anunció a Jorge Valdivia el estadio casi se vino abajo. Lo mismo con Arturo Vidal y Alexis Sánchez.
Al finalizar la lista nacional, Jorge Sampaoli también se llevó un estruendoso aplauso con mezcla de agradecimiento y buenas vibras.
Sin embargo, también hubo dos afectados. La hinchada nacional aún no “perdona” a Junior Fernandes por su errada bicicleta que terminó con la jugada del gol de la derrota ante Perú en Lima. Otro que tampoco ganó en aplausos fue Paulo Garcés.
De todas formas, no fueron los más insultados. Cuando se nombre al DT de Venezuela, César Farías, el Nacional fue un hervidero de pifias y garabatos.