Andrés Iniesta tiene fama de hombre tranquilo. De buena persona. Pero el jugador español puso en aprietos a varios uniformados en el último encuentro con su selección.
España jugaba en la casa de Iniesta, en Albacete, donde el crack del Barcelona nació hace 29 años. Los fanáticos sólo buscaban al jugador culé, quien quiso devolver todo el cariño recibido con un gesto bastante habitual, regalar su camiseta a unos niños entre el público. Lo que no se imaginaba que ese regalo provocaría la intervención policial.
Hasta 8 menores se peleaban por quedarse la polera. Un tesoro que no querían dejar escapar. La riña llegó a tal punto, que varios uniformado tuvieron que intervenir.
Un uniformado se quedó con esta camiseta, hasta que entre los muchachos llegaran a un acuerdo. Claro que eso nunca sucedió. Todos eran los dueños reales y únicos de la polera de su ídolo.
Al no poder resolver la situación, el policía tomó una decisión salomónica. Para nadie, y la camiseta de Iniesta acabó en manos de una fanática del Real Madrid.
Esta curiosa historia fue captada por las cámaras del canal español Cuatro.