Los cuatro partidos que le quedan de suspensión a Claudio Borghi al parecer se van a respetar. Por lo menos así lo entienden tres miembros de la FIFA que señalan que será muy difícil revocar el fallo que trata de discriminación.
"La FIFA no ha decidido nada aún, pues yo sólo he dado mi disponibilidad para ver el caso. Creo que en siete u ocho días más tomaremos una decisión. Sin embargo, los insultos son considerados graves por la FIFA. Es complicado rebajar sus penas, porque el organismo quiere acabar con este tipo de situaciones", señaló Carlo de Gaudio, integrante italiano del ente revisor de penas al diario El Mercurio.
Giorgio Crescentini, otro de los jueces FIFA y que además estará en la sentencia definitiva, complementó al italiano: "Todo depende de los informes del juez, la credibilidad que tengan los hechos y los argumentos que se muestren en la apelación. Si se consideran como racistas o discriminatorios, la FIFA sanciona severamente", destacó.
Ruperto Vicente, presidente del fútbol de Belice y miembro del organismo, reflexionó: "Ese tipo de ofensas discriminatorias son consideradas muy graves, tal como aparecen en el artículo 58. Hay que ver las consideraciones del reporte del árbitro y conocer la apelación".
Eso sí, destacó que las resoluciones tomadas por ellos "no están supeditadas a lo que diga el presidente Joseph Blatter ni ninguna otra autoridad. Nosotros vamos por caminos completamente diferentes, no recibimos presiones y tampoco sugerencias de nadie. Somos un ente completamente autónomo", sentenció.
La Comisión de Apelación de la FIFA está compuesta por un presidente, un vicepresidente y 20 miembros de las seis confederaciones de fútbol. Según explicó Vicente al matutino nacional, podría esperar hasta antes del 12 de octubre: "El Comité de Apelación siempre se reúne en Suiza y deberíamos tener una resolución antes del 12 de octubre, cuando se dispute la próxima jornada eliminatoria. Ese es el caso del técnico de Chile", cerró.