Las ganas por ver a Colombia tras 16 años sin ir a un mundial generó todo un caos en la cálida Barranquilla.

Las 56 mil entradas para el duelo entre los cafeteros y Chile del próximo 11 de octubre desaparecieron en apenas 48 horas.

Tal era la expectativa que incluso algunos fanáticos hicieron filas de 72 horas por un ticket.

Poco importó la lluvia, el hambre y en ocasiones los delincuentes y revendedores que aprovecharon de la falta de control para hacer su negocio.

De toda Colombia llegaron con ilusión en busca de un boleto. Algunos con más suerte que otros. Aunque el dispositivo policial funcionó tarde, logró controlar el desbande y abusos que afectaron a los fanáticos colombianos.

Panorama opuesto al que se vive en Chile. La venta comenzó el 17 de septiembre por internet y se agotó en menos de 24 horas, pese al alto precio de las entradas

Colombia con 26 puntos sólo necesita un empate para clasificar a Brasil 2014, lo mismo que Chile, por lo que Barranquilla puede resulta clave para Jorge Sampaoli.

Los dirigidos de José Pekerman han sido inexpugnables en el Metropolitano de Barranquilla, donde llevan 5 victorias al hilo, las mismas que espera sumar Chile si gana en tierras cafeteras.

Partido de alto vuelo en el calor del Caribe colombiano, con la totalidad de las entradas agotadas para ver a su selección.