Los asistentes al Soccer City Stadium de Johannesburgo no sólo quedaron maravillados con la muestra de buen fútbol que la selección brasileña demostró en la ciudad sudafricana, sino también, por la bondad de los sudamericanos.
Neymar, artífice de tres de los cinco goles con que el scratch se impuso ante el combinado nacional, aparte de mostrar sus méritos futbolísticos, tuvo una reacción que reflejó parte de su calidad humana.
Al final del encuentro, un pequeño ingresó al césped en busca de un autógrafo de la estrella del Barcelona, momento en que un grupo de guardias corrió para expulsarlo del lugar. En ese momento Neymar se los arrebató y lo cargó junto a su pecho, generando la ovación de los espectadores.
Con el pequeño en brazos, se dirigió donde sus compañeros, quienes lo tomaron en andas y lanzaron a aire en repetidas oportunidades. Ante este espectáculo la ovación del estadio se hizo sentir, mientras el niño no podía ocultar su felicidad.
Para terminar la conmovedora secuencia, David Luiz, zaguero de la canarinha, ofició de fotógrafo para inmortalizar el momento.
El duelo entre Brasil y Sudáfrica terminó 0-5 en favor de los campeones del mundo. El próximo amistoso de scratch será el 2 de mayo ante Panamá.
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