Dicen que nunca hay que perder la fe. Esa máxima es la que parece imperar en Nueva Zelanda de cara al encuentro de vuelta por el repechaje ante México.
Por eso, los locales recibieron a los aztecas con el tradicional y legendario “haka”, el rudo baile maorí que ya es una tradición de los neozelandeses en los deportes.
La misión es difícil. Los “All Blacks” deberán dar vuelta el 1-5 recibido en el estadio Azteca si es que quieren decir presente en Brasil 2014, se segunda aventura tras la cita de Sudáfrica.
