Autos veloces, barro, motores rugiendo… el RallyMobil destaca por su rudeza y la marcada presencia masculina. Sin embargo, entre las tuercas destaca Daniela Von Geldern (34), la única mecánica de la competencia.
Dice no venir de una “familia tuerca”, pero siempre le gustó y le llamó la atención, por ello no fue extraño que al terminar el colegio decidiera estudiar Ingeniería en ejecución en Mecánica Automotriz y Autotrónica: “Cuando entré a estudiar la carrera reafirmé que era lo que me encantaba y a lo que me quería dedicar”.
Pero no sería hasta 2013 cuando tendría su primer acercamiento con el rally. “A principios de ese año conocí a quien se terminó convirtiendo en una de mis mejores amigas, y que a su vez era amiga de Javier Campillay (hijo del dueño de Tamarugal) que estaba armando la idea de hacer un equipo con varias mujeres. Estaba Claudia Fuentes también de piloto, pero al final por diferentes razones eso no se dio”, contó.
“Entré a trabajar a Tamarugal XC y estuve ahí un par de meses, y aún después de que me despidieron, seguí yendo a los rally igual por la buena onda”, agregó.
El nacimiento de Jadaf Competición
No obstante, tres años después quiso ir más allá y junto a su pareja, el argentino Javier Muñoz, decidieron comenzar con su emprendimiento de brindar el servicio de asistencia pre, durante y post carrera, y así nació Jadaf Competición. “Me enamoré completamente del ‘modo carrera’ y desde ahí que no paro”, indicó.
Sin embargo, no todo ha sido fácil para Daniela en un mundo que es mayormente dominado por los hombres. De hecho, más de alguna vez se sintió discriminada.
“Me he cuestionado muchas veces en qué estaba pensando, jajajá… me despidieron de trabajos por colegas que alegaron que yo ganaba más que ellos, tuve que renunciar a trabajos por acoso de los jefes, clientes que me invitan a salir y cosas así... siempre ha sido una lucha”, reveló.
“Por eso también opté por tener lo mío…. cosa de poder mandar a la punta del cerro a alguien si quiero, jajajá”, complementó.
“Todo eso confabuló para tener lo mío”, agregó.
Perseguir sus sueños
“No quise bajar los brazos… seguí yendo con otro equipo a los rally por la buena onda y ayudando en lo que pudiera, ahí encontré también a quien hoy es mi pareja y juntos después de muchos años de trabajar para alguien, decidimos tirarnos a la piscina e intentar tener lo nuestro y así fue como empezamos Jadaf. Al principio ambos con otros trabajos, hasta que soltamos y de cabeza le dimos con Jadaf”, detalló.
“Brindamos el servicio de asistencia a quien lo necesite, pero por ahora Germán Lyon está fijo con nosotros”, añadió.
Pese a las dificultades, Daniela no pierde la esperanza de que las mujeres sigan sumándose a este mundo y espera ser inspiración para las demás: “Me encantaría serlo (un ejemplo), aunque sea para una sola mujer... El que no sea común, el que haya pocas o ninguna no debería ser jamás impedimento para hacer algo que realmente te gusta”.