La bella ex gimnasta rusa Alina Kabayeva será la encargada de encender el pebetero olímpico de Sochi, así como los flashes de las cámaras de reporteros de medio mundo, ante rumores de que pueda pronto convertirse en la nueva primera dama de Rusia.
Desde el año 2008 al presidente Vladimir Putin se le relaciona con esta ex gimnasta olímpica, considerada como una de las mujeres más guapas del país. El mandatario anunció el pasado año su divorcio de Liudmila Putina, ex azafata de vuelo, con quien estaba casado desde 1983. Desde entonces la prensa rusa espera que Putin haga oficial que Kabayeva es su amante. De hecho, ya se le calificaba anteriormente como la "segunda dama".
La joven Alina cumplió 30 años en mayo pasado. Es 31 años menor que Putin. Fue campeona olímpica y en 2004 se retiró con de la competición con dos medallas. A partir de ahí comenzó una carrera como modelo en revistas, publicidad, películas y desfiles en pasarelas. En 2005 también se interesó por la política y se convirtió en miembro de la Cámara Pública de Rusia.
El diario ruso Moskovski Korrespondent fue el primer medio que se atrevió a especular sobre la relación, al publicar que el presidente iba a dejar a su mujer y que planeaba casarse con la gimnasta. Esa información provocó el cese del director del periódico y el posterior cierre del rotativo por "motivos financieros".
La relación del presidente y la gimnasta es un secreto a voces, pese a los intentos del Kremlin por desmentirlo. Algunos medios apuntan a que ambos podrían contraer pronto matrimonio, incluso que Putin adoptaría así al hijo de Alina.
