El Masters 1000 de Madrid corre peligro de perder a dos de sus mayores atracciones para la edición del próximo año, después de que el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic amenazaran con boicotear el torneo a menos que la organización abandone su polémica arcilla azul.
Ambos tenistas han llevado la voz cantante en las protestas contra la nueva superficie, que según la organización hace más fácil a los espectadores de televisión seguir la pelota, pero que los jugadores califican de demasiado resbaladiza.
Nadal quedó eliminado este jueves en tercera ronda por Fernando Verdasco en la que fue su primera derrota sobre tierra batida en 23 partidos y que además es el primer encuentro que pierde de los 14 que ha disputado con el madrileño.
"La ATP y el torneo pueden hacer lo que quieran", dijo un Nadal visiblemente molesto en la conferencia de prensa tras su inesperada derrota.
"Trato de hacerlo lo mejor posible, de prepararme (...) No he sido lo suficientemente bueno para adaptarme al torneo", añadió el jugador de 25 años, que aspiraba a su tercer título consecutivo en polvo de ladrillo. "Si las cosas siguen así será un torneo menos en mi calendario, lo siento mucho".
La organización no quiso hacer comentarios, mientras que la ATP dijo que la superficie azul es un experimento de un año y que la decisión sobre mantenerla o no para el 2013 se tomará una vez que se escuchen todos los comentarios al respecto.
SUMAN CRÍTICAS
Djokovic venció en tres sets al suizo Stanislas Wawrinka y luego anunció que no volvería a Madrid el próximo año salvo que haya un cambio de superficie.
"Dicen que es exactamente lo mismo que el polvo de ladrillo rojo y eso no es cierto", sostuvo el serbio. "Uno se resbala y el campeón será el que no se lastime hasta el final de la semana, porque todos los jugadores se caen. Generalmente es una experiencia nueva (...) y esperemos que en este caso sea la última", agregó.
El suizo Roger Federer también se sumó a la polémica tras vencer al francés Richard Gasquet y destacó que entiende la frustración de Nadal.
"El estuvo en contra desde el principio, al igual que yo y obviamente para él irse en tercera ronda es decepcionante. Nunca nos sentimos cómodos en esta superficie, es incómoda y eso hace que uno se enoje más" sostuvo el suizo.
Nadal se quejó de que jugar en una superficie tan distinta a la de otros torneos, entre ellos Roland Garros, es un problema. "Creo que el torneo es muy grande, pero esto es una mala decisión", dijo Nadal sobre el cambio de superficie. "El movimiento es muy importante para mí y aquí no puedo moverme, así que no puedo golpear la pelota como quiero", añadió.
Aunque la tierra azul se extrae de ladrillos machacados, como la tierra roja tradicional, al material se le quita el óxido de hierro antes de teñirlo.
El proceso ha hecho que la pista azul resulte más resbaladiza que la tradicional de tierra roja, que es más lenta.
"Si pones el torneo de Cincinnati sobre hierba justo antes del Abierto de Estados Unidos, ¿tú crees que la gente va a estar contenta? No lo creo", añadió Nadal.
"Es una situación similar. No es drástico, sólo estoy siendo consistente", dijo, añadiendo que no puede asumir riesgos de lesión y que el color tiene que cambiar a la superficie normal.