Tras el triunfo de Chile ante Colombia en Iquique, que provocó el retiro de Santiago Girardo y la clasificación chilena a la repesca del Grupo Mundial de la Copa Davis, la dirigencia del país cafetero decidió quejarse ante la Federación Internacional.
Desde Colombia afirman que Chile no estuvo a la altura de ser el país anfitrión, al no disponer de la cancha principal y la de entrenamiento con cuatro días previos a la disputa, como lo exige el Reglamento de Copa Davis.
El comunicado de la FCT agregó que "el mal estado y la peligrosidad de la cancha principal en que se obligó a jugar la serie ha sido reconocida públicamente, incluso, por el presidente de la Federación de Tenis de Chile, Ulises Cerda, y por los propios jugadores y cuerpo técnico del equipo chileno".
En aquella ocasión Nicolás Massú, Fernando González y Marcelo Ríos también reconocieron el mal estado de la cancha en donde se jugó el 16 y 17 de julio.