Eugenie Bouchard, finalista de Wimbledon en 2014 y ex número 5 del mundo, dijo oficialmente adiós al tenis a los 31 años.
La canadiense, que se convirtió en una de las jugadoras más mediáticas del circuito y toda una estrella en redes sociales, había anunciado hace unas semanas que su último torneo sería el National Bank Open de Montreal y así fue. Este miércoles cayó en segunda ronda por 6-2, 3-6 y 6-4 ante Belinda Bencic, en el partido estrella de una pista central abarrotada para despedir a su jugadora, quien llevaba varios años marcados por las lesiones y pobres resultados en la cancha (ocupa el puesto 1.078 del ranking WTA).
"Es muy especial jugar mi último partido aquí en Montreal, en esta pista y delante de ustedes", dijo Bouchard en una emotiva ceremonia de despedida.
"Recuerdo cuando era una niña, sentada en estas gradas esperando y soñando que algún día jugaría en esta pista, así que es como cerrar el círculo al terminar mi carrera aquí", concluyó.
Eugenie Bouchard talking through tears after playing her final match
“I want to thank my mom, dad, sisters, & brother for their sacrifices. I want you to know when this crowd cheers for me, they’re cheering for you too. I wouldn’t be here without you”🥹
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El accidente que marcó su carrera
Si bien en un comienzo Bouchard era una de las grandes promesas del tenis, llegando a ser número 5 del mundo, disputar la final de Wimbledon en 2014 y las semifinales de Roland Garros y del Abierto de Australia, una grave caída en el vestuario del US Open 2015 le pasó la cuenta.
La tenista resbaló en el suelo mojado, sufriendo una conmoción cerebral. Desde entonces no volvió a ser la misma y su carrera decayó notablemente. De hecho, demandó a la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) y un jurado determinó que la organización tenía un 75 % de culpa y ella un 25 %.
El traje "ilegal" en Wimbledon
En 2019 revolucionó el tenis con un traje a lo "Cat Woman" ilegal en Wimbledon, que incluso la tuvo al borde de recibir una sanción. Sin embargo, la organización lo desestimó porque sólo lo utilizó en entrenamientos y no en un partido oficial, donde el código de vestimenta es estricto al señalar que debe ser de blanco.
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Durante los últimos años Bouchard no se había mantenido muy activa en el tenis, pero sí en su carrera como influencer y también como modelo. Es más, cuenta con más de 2,3 millones de seguidores en Instagram, lo que si bien le ha resultado muy lucrativo, también la ha convertido en blanco de críticas.
"Me odiaban mucho por hacer otra cosa que no fuera tenis. Era una carga que llevaba sobre mis hombros y fue muy duro. Al menos ahora es más aceptado. No es que haya sido la única pionera en hacer estas cosas, pero siento que convertí en un poco más normal", declaró en 2024 en una entrevista con The Times.