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Colo Colo arrolla en un tiempo a Antofagasta y sigue firme a la caza de la U

El cuadro de Tapia necesita solamente la primera fracción para adelantarse con tantos de Paredes, Beausejour y Delgado. En el complemento, Valdés selló la goleada.

24Horas.cl TVN

Sábado 30 de agosto de 2014

Colo Colo debía confirmar que pese a su lento arranque del Apertura el equipo ya camina a paso seguro y tiene entre ceja y ceja la punta del torneo. Los albos recibían en Macul a Antofagasta con la misión de sumar de a tres para no perder pisada a la Universidad de Chile, que el viernes ya había ganado a Unión Española.

Tras un arranque dominador y de ahogo total para los nortinos, Felipe Flores fue derribado en el área y el juez Eduardo Gamboa no dudó en cobrar la infracción. Claro golpe al atacante pese a que iba "tirado" antes del impacto. Cómo no, el encargado de transformar la chance en gol no fue otro que Esteban Paredes, goleador del campeonato.

Con el primer tanto en el bolsillo los locales comenzaron a tomar fuerza y lo hicieron sentir. A los 32' se produjo el estreno goleador del mundialista Jean Beausejour, que con un zurdazo imposible Aurrecochea comenzaba a sentenciar rápidamente el encuentro. La mesa en el Monumental ya estaba servida y los de Jaime Vera no reaccionaban.

Cuando parecía que los albos se iban al descanso con ventaja de dos vino la tercera estocada vía Juan Delgado, el joven ariete que poco a poco comienza a sentir la camiseta de titular y ha demostrar que está para tener más continuidad: genial globito que dejó sin opción al golero visitante y sentenciaba el resultado.

En los cálculos de todos estaba que Colo Colo iba a bajar la guardia en la segunda mitad; pero los de Tapia no quería soltar el buen juego. Antes del primer minuto del complemento Jaime Valdés se despachó un misilazo para el recuerdo y ponía la cuarta diana ante un débil y cada vez más golpeado Antofagasta.

Y, ahora sí, los locales comenzaron a bajar el ritmo. Una que otra intentona de Paredes marcaban el desenlace de un duelo totalmente definido y sin reacción de los nortinos, que tuvieron alguna pero la impericia y la ansiedad no los dejaron anotar.