Saludaron a los árbitros y se fueron. Así enfrentaron el trascendental encuentro de esta tarde ante Ñublense los jugadores de Cobreloa, club que hasta ahora desciende a Primera B tras una acusación de los chillanejos acogida por la ANFP, pero que desde el norte piensan apelar.
La insólita situación ocurrió cuando los equipos ya estaban en la cancha, antes del sorteo arbitral.
Tras reconocer a sus respectivas hinchadas, los futbolistas de alinearon a un costado del césped, saludaron a los árbitros y rápidamente giraron hacia el campo de juego, dejando con la mano estirada a sus colegas de Ñublense que reaccionaron desconcertados.
Con las oncenas ya instaladas en ambos lados, vino el encuentro de los capitanes. Ahí, el loíno Diego Silva esta vez sí respondió a su par Jonathan Cisternas, y le explicó la actitud de sus compañeros. De igual forma, conversó brevemente con el árbitro del encuentro, Roberto Tobar y sus asistentes.