El portero de Colo Colo Ignacio González se sometió a exámenes médicos este lunes para saber la gravedad de las heridas que sufrió en la madrugada del domingo, cuando se vio involucrado en una balacera, recibiendo un impacto en su pierna izquierda.
Afortunadamente, el arquero no sufrió lesiones de seriedad y estará aproximadamente diez días fuera de las canchas, siendo una consecuencia bastante menor para la magnitud del suceso.
González se refirió al hecho este lunes y dio su versión de lo vivido, aseverando que pese a lo ocurrido "estoy bien. Gracias a Dios no fue peor de lo que se pensó. Tengo un edema óseo".
El portero aclaró que, al momento de la balacera "yo no estaba en el local. Estábamos en un cumpleaños familiar y yo no me bajé del auto".
"Alguien me pide dinero, me bajo y llega esta otra persona en un descapotable que comienza a pelear. Me llegó una bala de rebote", añadió.
González agregó que "mis amigos tampoco estuvieron en la discusión. Esto es un hecho grave. Me pude haber matado a mí o a cualquiera".
El portero agradeció todo el apoyo que ha tenido, no solamente de su familia sino de los hinchas de Colo Colo y espero poder estar pronto nuevamente entrenando tras un difícil momento que podría haber terminado de la peor manera.