Por séptimo mes consecutivo, el Banco Central decidió mantener la tasa de interés en 3,5% anual, en un mercado local afectado por bajos niveles de confianza.
El informe, difundido tras la reunión mensual de política monetaria del Banco Central, destaca como principal novedad en el mercado externo "el limitado efecto del resultado del referéndum en el Reino Unido", que decidió separarse de la Unión Europea.
Para mantener el índice, además tomó en cuenta la volatilidad en los precios de las materias primas, en especial "el aumento del precio del cobre", motor de la economía local.
Sin embargo, en el mercado doméstico se mantiene un "crecimiento acotado" e índices de confianza "en niveles pesimistas", agrega la misiva.
El Banco Central destacó que si bien la inflación de junio fue levemente superior a lo esperado (0,4%), su trayectoria se ubica dentro de las proyecciones del Comité de Política Monetaria, que incluyen expectativas de inflación a dos años en 3%.
En los últimos doce meses el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en 4,2%.