Fue el formato digital, el cual en un principio se pensaba que mataría la música, quien hoy es el salvavidas de una industria que volvió a la senda del crecimiento en 2012, tras más de una década de tristes números.
La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por su sigla en inglés) aseguró que el año pasado se registró el primer crecimiento desde 1998, logrando ingresos por $16.500 millones de dólares a nivel mundial.
Este incremento entrega un alivio a las discográficas, debido a que sus ventas se venían derrumbando tras alcanzar un máximo de $28.600 millones de dólares en 1999, debido a las descargas ilegales que propiciaban un panorama complejo ante la industria.
Los formatos digitales han permitido que nueve de los veinte principales mercados mundiales presenten hoy un saldo positivo respecto a lo que fue 2011. De hecho, en Canadá, Australia, Brasil, México, Japón, India, Noruega, Suecia y Estados Unidos en estos cuatro últimos años el consumo digital superó a los soportes físicos.