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Economista cree que hablar de fuga de capitales es "extremo"

Alejandro Alarcón, de la Universidad de Chile, destaca que la reforma tributaria es buena para la clase emergente, a la que reduce los impuestos.

Constanza Solis

Lunes 31 de marzo de 2014

Este lunes, en compañía del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet firmó el envío del proyecto para la reforma tributaria.

Con respecto al proyecto, el economista de la Universidad de Chile Alejandro Alarcón destacó en Canal 24 Horas que si bien "no ha habido grandes sorpresas. Es muy alentador que el ministro se haga cargo de los temores del impacto la reforma tributaria y en particular la eliminación del FUT".

Una de las principales novedades es la disminución de impuestos a las personas desde un 40% a 35%. Consultado sobre la importancia de esta medida, el economista la describió como "una buena medida porque hay una buena cantidad de la clase emergente, a las que llevarle casi la mitad de sus ingresos a través de impuesto, es castigarlos duramente ".

Otro de los detalles destacados por el economista fue la propuesta de que los proveedores se hagan cargo del IVA en caso de retraso, lo que beneficiaría a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).

"La lentitud con lo que los proveedores le pagan a las pequeñas empresas es uno de los grandes problemas del país. Este es un incentivo para que paguen cuando corresponde y no tramiten ni demoren el pago, lo que ocasiona muchos problemas a las Pymes", explicó.

La derogación del decreto ley 600, que buscaba beneficiar a las inversiones extranjeras en el país y que consistían en que muchos impuestos fueran invariables, es otro de los anuncios de la Presidenta y que inició la duda de si podría ocasionar la fuga de capital extranjero.

Ante esto, el economista explicó que, si bien faltan más antecedentes, "categóricamente la fuga de capitales es un poco dura y extrema, pero no hay que evaluar las medidas en seco, sino ver los impactos que podrían tener estos instrumentos" agregó.

Consultado por la dificultad de recaudación de los 8.200 millones de dólares que se necesitan, el economista explicó que "el problema es que si la desaceleración se acelera podríamos tener algunos problemas recaudatorios", añadiendo que los impuestos no son la única forma de lograr la recaudación.