Las cifras de desempleo alertan a todo el país, y más allá de la realizada actual que muestran, preocupa lo que pasará en los próximos meses. Un panorama que se podría ver fuertemente afectado si la cadena de pagos se ve interrumpida, por los llamados a dejar de cancelar las deudas, que algunas entidades realizan con ofertas para empresas y particulares.
"Hay familias detrás de cada no pago, que ahorraron, prestaron el servicio, crearon el producto y al llamar a no pagar, todos ellos se ven perjudicados. Se cierran puestos de trabajo y la crisis se agudiza aún más. La reorganización empresarial o el no pago para declararse en quiebra, es muy perjudicial”, indica Alberto Gerszencvich, gerente general y fundador de la empresa de cobranza Remesa (www.remesa.cl).
“Hoy las empresas de cobranza están recuperando sólo la deuda inicial, lo que genera una oportunidad para pagar y también poder quedar en condiciones óptimas para luego pedir nuevos créditos y seguir funcionando con tu negocio", explica.
“El que llama a no pagar está siendo populista y sin medir las consecuencias. Hay empresas que ofrecen reorganizaciones, y otras que llaman a particulares a solucionar sus problemas económicos, liquidando sus deudas y llamando a no pagar. Si esto ocurre, y las personas y empresas se acogen a esta medida, hay empresas que van a quebrar porque no van a recibir sus pagos", señala el experto.
¿Qué opción tomar? Generar una buena gestión de cobranza, que nos permita juntar las puntas entre los distintos proveedores y clientes y generar así la cadena de pago. “Si un cliente o consumidor le paga a una empresa, esta le paga a sus proveedores y a sus trabajadores y a su vez estos trabajadores tienen para poder seguir comprando”.