Tiene tres pisos y una terraza, se ubica en pleno centro de Las Condes y es el primer edificio destinado exclusivamente al coworking; es decir, un espacio de trabajo compartido y colaborativo, en el que se arrienda un lugar dentro de él.

Se trata de una modalidad de oficina muy usada por los emprendedores, que se benefician por que dejan de preocuparse por los costos fijos y el mantenimiento de la oficina, a la vez que comparten con otros profesionales.

“Partimos en un lugar pequeño que alojaba a 60 personas”, cuenta a 24horas.cl uno de los tres fundadores de Co-Work, Sebastián O’Ryan. Pero en el nuevo inmueble de 2.800m2, inaugurado este lunes, pueden acoger a 150. “Hoy, este edificio parte al 70% de sus posibilidades, lo que da cuenta de que los emprendedores lo necesitan”, asegura O’Ryan, mientras nos muestra orgulloso y satisfecho las instalaciones.

“Co-Work nace para dar respuesta a un fracaso”, confiesa Sebastián O’Ryan. Su anterior negocio fracasó por falta de experiencia, por lo que concluyeron que se necesitaba compartir las conocimientos entre los emprendedores.

Este nuevo espacio, abierto 24 horas siete días a la semana, no sólo ha sido bien acogido en Santiago, sino que en Uruguay ya cuentan con una oficina. Sus siguientes pasos: abrirse al mercado Lationamericano (ya están avanzando en Colombia y Perú) y descentralizar Chile para ampliar la red de emprendedores a lo largo del país.

ESPACIOS EN REGIONES

Si bien no es una práctica muy extendida fuera de Santiago, existen algunos ejemplos de coworking en otras regiones, como en la de Valparaíso: Ancora 517, Dinamarca 399, House Nova o Urban Work son algunas opciones.

Ésta última cumplirá un año en abril y, según cuenta su fundador, Vicente Gómez, ya está funcionando al 70%.

“Los emprendedores necesitan salir de casa”, aseguran desde Urban Work. “Muchas veces se van a cafeterías, pero no hay privacidad ni pueden atender a clientes ahí”; él ofrece salas compartidas y privadas. Pero también, “el emprendedor necesita tener una red de contactos y la colaboración de profesionales de otras disciplinas”, algo que se propicia en estos espacios, y a un costo menor pues los gastos son compartidos entre más personas.

BOOM DEL COWORKING

Los coworking irrumpieron en Santiago en el año 2011 y desde entonces su crecimiento ha sido exponencial. Ahora existen más de 20 en la capital. Algunos especializados como el Santiago Maker Space, inspirado en una iniciativa canandiense, donde más que una oficina “somos un taller”, explica a 24horas.cl su gerente General, Leonardo Navarro.

“Proveemos de herramientas y maquinarias para que la gente pueda prototipar”, ofreciendo a la vez el contacto con profesionales de otras disciplinas. “No se trata de aislarse en una oficina”, explica Navarro, “sino que la colaboración se refleja en los resultados y en tu calidad de vida, porque tiendes a confundir diversión y trabajo”.

Al interior de Santiago Maker Space se crearon el año pasado cinco emprendimientos y tres premios de arte Matilde Pérez tuvieron su origen en él. Además, organizan talleres, de los que se beneficiaron más de 5.000 personas que no tienen por qué ser miembros del espacio.

Pero, ¿hasta qué momento es útil compartir espacio? Leonardo Navarro es claro, cuando se pasa a la etapa de producción, “no sirve la infraestructura que ofrecemos”. De la misma manera, cuando los emprendedores pasan a empresarios es hora de volar del nido.

Es momento, ahora sí, de buscar una oficina propia y dejar ese espacio para nuevos emprendedores; aunque se aconseja a todo empresario seguir vinculado a estos centros, caldo de cultivo de innovadoras ideas.