Los precios al consumidor de China subieron levemente menos que lo esperado en abril, mientras que la caída de los precios al productor -que se ha prolongado por cuatro años- mostró nuevas señales de moderación, reduciendo las presiones sobre las firmas que enfrentan una débil demanda y altos niveles de deuda.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 2,3 por ciento interanual en abril, igual variación que en marzo, aunque cayó un 0,2 por ciento según una comparación intermensual, dijo el martes la Oficina Nacional de Estadísticas.
La inflación pareció ser impulsada por un aumento de los precios de los alimentos, más que por una mejoría general de la actividad económica que muchos inversores globales han esperado.
El precio del cerdo se disparó un 33,5 por ciento, acelerándose respecto a su alza de un 28,4 por ciento en marzo. El gobierno municipal de Pekín dijo la semana pasada que liberará 3 millones de kilogramos de sus reservas de cerdo congelado en un intento por combatir el aumento de los precios.
El valor de los alimentos en general cayó un 1,4 por ciento según una base de comparación mensual, lo que indica que el reciente repunte de la inflación podría ser pasajero.
Analistas esperaban que el IPC subiera un 2,4 por ciento en abril, comparado con el avance interanual de un 2,3 por ciento en marzo.
Los precios al productor cayeron un 3,4 por ciento en abril respecto al mismo mes del año previo, lo que se compara con la baja de un 4,3 por ciento del mes anterior. El mercado estimaba que los precios al productor retrocederían un 3,8 por ciento según una base de comparación interanual.
Los precios a los productores de China han caído durante cuatro años, aunque el descenso de abril fue el menor desde su baja de un 3,3 por ciento en diciembre del 2014.
Los débiles datos de inflación de abril, cifras de exportaciones e importaciones menores que lo esperado y débiles resultados de sondeos a fábricas han generado dudas sobre si el sólido repunte de la actividad en marzo fue sólo momentáneo.