El tira y afloja por llegar a un acuerdo sobre el proyecto de reforma tributaria -que impulsa el Gobierno para financiar la educación- tiene una nueva arista en discusión. Hasta la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados llegó una nueva indicación tendiente a perfeccionar la actual legislación tributaria y con ello se retira la revisión del proyecto en la sala.
Una modificación que era esperada -ya que los acercamientos entre la Concertación y el oficialismo no prosperaban-, pero que a la vez causó sorpresa en la oposición al retirarse el proyecto inicial de la discusión y presentar uno nuevo mientras en paralelo se analizaba a nivel de comités políticos. Además, desde La Moneda pusieron suma urgencia a la discusión y deberá ser despachada en seis días.
La nueva iniciativa fue dada a conocer por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, a los diputados de la Alianza en una reunión en el Congreso y, tras la cita, el presidente de la UDI, Patricio Melero, afimró que "consideramos que es un proyecto moderado de acuerdo a las circunstancias económicas del país e internacionales, las que no son muy positivas". La propuesta es "justa, porque sube impuestos a los que pueden pagar más y baja impuestos a los que no. Es solidaria, porque ayuda a sectores medios, y especialmente porque aporta al financiamiento de la educación”.
En la antesala, Larraín se reunió con personeros de la bancada de Renovación Nacional (RN) y lograron un pronunciamiento favorable de ese sector. El diputado Alberto Cardemil dijo que el proyecto va a contar con el apoyo de su sector y agregó que "estamos contentos, nos alegramos que el Gobierno haya escuchado a todos los sectores y haya hecho reformulaciones a su proyecto original".
Cardemil agregó que "es una reformulación condensada, concentrada, simplificada, de la reforma anterior, y mantiene su misma filosofía: subir los impuestos a las grandes empresas y beneficiar a las personas de clase media, que tienen a sus hijos educándose, y a las pymes".
El ahora nuevo proyecto de reforma tributaria mantiene la idea del original de un 20% de impuesto de primera categoría, además disminuye las tasas marginales del impuesto único de segunda categoría y el global complementario. Entre lo destacado se especifica un posible descuento de impuestos personales cuando se trate de gastos educacionales en sectores de clase media y con ello disminuir su carga tributaria.
Un punto sensible para las pymes es la rebaja en el impuesto de timbres y estampillas, que recae en los créditos que emiten dichas empresas. Como tienen menor capacidad de ahorro y trabajan con créditos esta medida permite aliviar la carga impositiva. Además se establece un bono al transporte escolar y a los taxistas.
El mensaje indica que "hacemos presente que esta reforma tributaria no pretende cambiar la esencia del sistema impositivo, sino que perfeccionarlo para que cumpla de mejor manera los objetivos que le son propios y que tantos beneficios han aportado al país durante las últimas décadas".