La palabra expropiación está sonado más que de costumbre en los últimos días y en particular en nuestros vecinos. El anuncio de la expropiación de una filial de Red Eléctrica Española en Bolivia, realizada por el presidente Evo Morales, se suma a la acción encabezada por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en el caso YPF, filial de la española Repsol.
Con ello, en España la prensa comenzó a hablar de un temor que se vio reflejado en las publicaciones, donde advierten una "peligrosa tendencia populista que puede dañar la reputación" de esos países, en especial para los inversores.
En ese sentido el economista del IEDE, Alejandro Urzúa conversó con 24horas.cl y al preguntarle sobre cuánto afectaría este escenario a la inversión en Chile fue enfático en destacar que " se puede transformar inclusive en una oportunidad. Chile ha demostrado en forma histórica la seriedad que tiene para mantener sus contratos y políticas internacionales que nos ha llevado a ser la octava economía más abierta del mundo y contamos con el DL 600 que asegura la inversión extranjera".
Para el economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman, las expropiaciones tanto en Argentina como en Bolivia corresponden a "un fenómeno puntual que no debería afectar la inversión en América Latina. Europa vive un momento complicado y los capitales están migrando a otros países, por tanto las mejores condiciones para invertir siguen siendo América Latina con o sin expropiaciones por su sistema tributario, por los tratados de libre comercio y por el costo de la mano de obra".
Además, Kremerman cree que a pesar de los últimos sucesos la inversión debiera aumentar y en países como Chile aún más. "Lo que parece negativo en cómo se mueve el mercado puede ser positivo en términos de cómo se distribuye las riquezas en los países de América Latina. Las normas no están o no se generan en base a instituciones capturadas donde las inversiones extranjeras pueden hacer y deshacer con muy pocas regulaciones, con muy pocos impuestos donde queda muy poco del crecimiento en los países sino que vamos a tratar de mostrar que tiene que haber un balance de poder".
Ahora bien, Urzúa dice que hay que tener cuidado con las acciones, en ese sentido, "creo que Argentina y Bolivia están tomando un camino muy peligroso, muy populista y riesgoso porque eso empieza a afectar las credibilidades y cuando fallan las credibilidades automáticamente desincentivo la inversión porque no sé cuales van a ser las reglas del juego".