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Preferencias laborales de chilenos: remuneración y sector privado

Un estudio revela que el sueldo prima sobre otras variables como la estabilidad. Además, se prefiere el sector privado y crear sus propias empresas, aunque faltan medidas que incentiven el emprendimiento.

Carmen Aguilar

Viernes 16 de enero de 2015

El trabajador chileno es transaccional y adverso al riesgo. “Valora más la remuneración”, señala el gerente general de Trabajando.com Chile, Álvaro Vargas, y “quiere protegerse en la zona de confort con una renta, unos beneficios y una estabilidad, dejando fuera los riesgos”, apunta y el coordinador de la Línea de Administración y Recursos Humanos de la Facultad de Emprendimiento y Negocios de la Universidad Mayor, Julio Miranda.

El análisis de Vargas y Miranda se basa en la última Encuesta de Preferencias Laborales para Iberoamérica elaborada por Universia y Trabajando.com. Entre los países analizados, el nuestro es el único en el que prima el salario frente a la estabilidad laboral u otras variables.

“El trabajador chileno está más orientado hacia lo transaccional: le importa más el sueldo y los beneficios económicos”, superando otros factores como “la estabilidad, la flexibilidad laboral o la trascendencia de su trabajo”, señala Vargas.

Los motivos, prosigue el gerente de Trabajando.com en Chile, están relacionados con un tema cultural “el chileno es trabajólico y somos personas más frías”, explica por teléfono a 24horas.cl. Además, al ser un país sólido y en crecimiento, “la estabilidad no es tema”.

La lectura de Julio Miranda, en cambio, va por otra línea. “En Chile, la mayor causa de estrés es la incertidumbre laboral. Si no sé cuánto tiempo voy a permanecer en el puesto, me interesa la remuneración para ganarle tiempo al tiempo”.  

Y teniendo en cuenta estas preferencias, las empresas suelen competir en salario por los trabajadores. También es el dinero uno de los motivos por el que dos tercios de los chilenos prefieren el sector privado. A medida que mejoran los sueldos en el ámbito estatal, aumentan los empleados que quieren un puesto en la administración. Sin embargo, “el desprestigio”, apunta Vargas, aún le sigue jugando en contra.

EMPRENDIMIENTO, TEMA PENDIENTE

“La encuesta revela una necesidad urgente de políticas públicas y cambios culturales para que se incrementen el número de emprendimientos sustentables que creen valor y empleo”, señala Miranda. Para él, pese a que un cuarto de los entrevistados afirmen que les gustaría trabajar en su propia empresa, es solo una declaración de intenciones y supone “un enorme desafío”.

En la misma línea, Vargas señala que “se castiga demasiado la quiebra porque es un país muy normativo.” El fracaso financiero puede acarrear costos profesionales y personales importantes. “Si caes en un Dicom, se te cierran todas las puertas”.

“La deuda es con los microempresarios”, prosigue el académico. Ahí es donde las políticas públicas deben poner el énfasis, pero Miranda entona también un mea culpa: las universidades deben contribuir para que la brecha entre la teoría y la práctica no sea insalvable. Dar el primer paso no debería suponer para los emprendedores una úlcera incurable.