No hay respiro para España, duramente castigada día tras día en los mercados a pesar de los extremos ajustes y radicales recortes que está realizando.
Este viernes, la prima de riesgo de la deuda española (el diferencial entre el bono español y el alemán a 10 años) ha batido todos los records desde que existe el euro y no sólo superó la "barrera psicológica" de los 600 puntos -considerada la línea roja para rescatar a un país-, sino que trepó hasta los 612.
El bono español sigue por encima del 7% de interés, lo que acentúa la crisis de deuda en España y su capacidad para financiarse. Todo ello a pesar del duro recorte anunciado recientemente por el Gobierno de Mariano Rajoy, que provocó la salida a las calles de cientos de miles de personas en las principales ciudades del país.
La Bolsa de Madrid y su selectivo de referencia, el Ibex 35, se contagió del pesimismo en los mercados y perdía más del 2% pasado el mediodía, dejando la marca de los 6.500 puntos. Finalmente se dejó un 5,8% (6.246 puntos), la peor caída desde mayo de 2010.
El resto de Bolsas europeas abrieron en verde, pero acabaron cotizando también en rojo. Milán cayó un 4,38%, con la prima de riesgo italiana en 499 puntos básicos, después de llegar a los 503 durante la jornada. París se deja un 2,14%, el Dax alemán, un 1,90%; y Londres, un 1,09%.
Un pequeño signo de alivio para la complicada economía hispana fue que este viernes el Eurogrupo (los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro) aprobó el memorando con las 32 condiciones del rescate bancario a España, después del visto bueno de los principales obstáculos: los parlamentos de Finlandia y Alemania.
VALENCIA PIDE EL RESCATE
La situación en el sector público español es tan grave que la Comunidad Valenciana fue la primera en pedir su inclusión en el Fondo de Liquidez Autonómico (creado para socorrer a las regiones en peligro) ante su imposibilidad de financiarse en los mercados desde hace un año.
En diciembre de 2011, el ejecutivo de Alberto Fabra (Partido Popular, conservador), fue socorrido por el Gobierno central para afrontar un vencimiento de un crédito de 123 millones de euros del Deustche Bank. Esta decisión le cerró las puertas de los mercados y ahora busca los fondos dispuestos por el presidente español, Mariano Rajoy, para evitar que las regiones cayesen en una situación de quiebra técnica.