El mundo de los multimillonarios está repleto de excentricidades y situaciones, en principio, poco comprensibles para los simples mortales.
El último en demostrar que realmente "viven en otro mundo" ha sido el príncipe saudita Alwaleed bin Talal, que ha presentado una demanda por libelo contra la prestigiosa revista económica estadounidense Forbes, ya que asegura que su fortuna ha sido calculada a la baja, restándole unos 9.600 millones de dólares, según publica el diario británico The Guardian.
En su edición de marzo, la publicación situó al príncipe en el puesto 26 de la lista de las personas más ricas del planeta, con una fortuna calculada de 20.000 millones de dólares. Sin embargo, el noble saudita estima que a esa cifra le faltan unos 10 mil millones más.
Así, ni corto ni perezoso, el príncipe Bin Talal acuió al Tribunal Superior de Londres y demandó por difamación al director de Forbes, Randall Lane, y a dos periodistas, según The Guardian.
Los lujos y excentricidades del príncipe son ampliamente conocidos, como el trono de oro que tiene instalado en su Boeing 747 privado. Asimismo, a través de la empresa de inversión Kingdom Holding, tiene participaciones en compañías como Apple, Twitter y News Corporation, además de propiedades como el hotel Savoy de Londres y el Plaza de Nueva York.