La pandemia COVID-19 genera preocupación en Chile y a nivel mundial por las consecuencias que tendrá. Incluso, podría llevar a la pobreza a 29 millones de personas en América Latina, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicados por el diario El País de España.
¿Perdiste tu trabajo a raíz de la pandemia? ¿No sabes cómo administrar tu dinero? Defensa Deudores (pincha acá) entrega algunas recomendaciones para organizar financieramente este periodo.
1.- Evitar atrasarse con deudas hipotecarias: “El consejo que podríamos dar es privilegiar el pago de aquellos créditos que tengan garantías asociadas, como el hipotecario o automotriz”, señala el abogado de Defensa Deudores, Ricardo Ibáñez.
El abogado explica que en este tipo de créditos existe una cláusula de aceleración, que permite que el acreedor pueda cobrar la totalidad de la deuda, incluso de los montos que aún no están por vencer, si una persona se atrasada con el pago de una o más cuotas.
Por eso recalca que si se enfrentan problemas financieros este tipo de deudas no se deben postergar, pensando en los riegos que implica, como perder la casa o el bien mueble o inmueble que es garantía del crédito.
2.- No recurrir al endeudamiento informal: Ibáñez señala que en momentos complicados y al no poder acceder a los créditos de la banca se puede caer en la tentación del endeudamiento informal, que puede volver aún más compleja nuestra situación: “Este es un endeudamiento de mala calidad, porque lleva asociado altos pagos de interés. Hay que tratar de buscar otras alternativas”.
3.- Ojo con las compras online: Para cuidar la salud la recomendación es mantenerse en casa y por eso resulta conveniente poder comprar a través de internet. Sin embargo, hay que estar atentos a los gastos que vamos realizando. Al poder adquirir productos con solo hacer clic, se pueden realizar compras innecesarias y así gastar más de nuestro presupuesto mensual.
Por último, no hay que olvidar que es importante monitorear y revisar constantemente nuestro estado financiero: que tengamos claro en qué gastamos mensualmente, el dinero que destinamos al pago de cuentas y de qué forma podríamos reducir ciertos gastos.