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En la favela o en internet, los candidatos jugaron sus últimas cartas en Brasil

Jair Bolsonaro y Fernando Haddad eligieron distintas estrategias para finalizar su campaña, a horas antes de las elecciones.

Agencia AFP

Miércoles 31 de diciembre de 1969

Los candidatos a la presidencia de Brasil lanzaron este sábado sus últimos guiños al electorado en la víspera de la votación: el ultraderechista y favorito Jair Bolsonaro a través de internet; y su rival de izquierda, Fernando Haddad, desde la favela.

Los últimos sondeos publicados en la noche del sábado mantenían a Bolsonaro al frente de las preferencias con entre ocho y diez puntos de ventaja sobre su adversario (54%-46% según Ibope y 55%-45% en Datafolha).

La reducción de una brecha -que hace dos semanas era de 18 puntos- parece que no alcanzará al delfín del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pues la balanza sigue a favor del excapitán del Ejército y partidario de liberar el porte de armas, que afirma poder "limpiar" a Brasil de la corrupción, la inseguridad y el "comunismo".

- 'Virada' en apuros -

Haddad, de 55 años, fue designado candidato en septiembre, en reemplazo de Lula, que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción, en el marco de la operación "Lava Jato" que golpeó de lleno a grandes figuras del Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados. 

El exalcalde de Sao Paulo (2012-2016) obtuvo en la primera vuelta el 29% de los votos, frente al 46% de Bolsonaro. 

Fuerzas políticas de centro-izquierda y activistas dentro del propio partido han criticado al PT por no haber hecho un 'mea culpa' por sus errores y haberse alejado de las clases populares, impidiéndole a Haddad formar un "frente democrático" para el balotaje.

En su último acto de campaña, el exministro de Lula realizó una "caminata por la paz" en Heliópolis, una de las mayores favelas de Sao Paulo. Varios centenares de seguidores lo acompañaron por las estrechas callejuelas de la barriada, en clima de fiesta y vestidos de blanco.

"La población está tomando conciencia del salto a lo desconocido que significa la candidatura de Bolsonaro. (...) Nos están queriendo vender gato por liebre, una persona truculenta por una persona pacífica", afirmó.

"La virada (remontada) vendrá. Brasil está despertando", añadió.

El optimismo entre sus militantes aumentó sobre todo tras conocerse el apoyo del expresidente de la corte suprema Joaquim Barbosa, extremadamente popular entre los brasileños por ser el primer negro que encabezó el máximo tribunal del país, además de conducir el juicio del "mensalao", el primer gran escándalo de corrupción que puso en aprietos al partido de Lula en 2005. 

"Por primera vez en 32 años de ejercicio directo del voto, un candidato me inspira miedo. Por eso, votaré a Fernando Haddad", tuiteó Barbosa. 

Emerson Santana, vecino de Heliópolis de 44 años, marchaba emocionado junto a Haddad. 

"Ya viramos, vamos a ganar, la democracia va a ganar, no el militarismo", dijo a la AFP.

Pero el espíritu de remontada de Haddad sufrió un golpe en la tarde, cuando el centroizquierdista Ciro Gomes -tercer colocado en la primera vuelta con 12,47% de los votos-, acabó con sus esperanzas de recibir al final su respaldo explícito, considerado clave para llegar al domingo con opciones. 

"Claro que todo el mundo prefería que yo, con mi estilo, tomase un lado y participara de la campaña, pero no quiero hacer eso", afirmó Gomes en un video publicado en sus redes sociales, donde anuncia únicamente que votará "contra la intolerancia".

- Las elecciones "no están ganadas" -

Mientras, Bolsonaro daba los últimos pasos de su campaña desde su casa, en Rio de Janeiro, como viene haciendo desde que fue apuñalado en un mitin el 6 de septiembre y pasar tres semanas hospitalizado.

El ultraderechista lamentó no estar cerca de la gente "por limitaciones médicas", y pidió a sus seguidores que "no relajarse".

"Las elecciones no están ganadas, tenemos que luchar hasta último momento (...) No vamos a dar la oportunidad para que el otro lado diga 'ganamos, fue una remontada'", recordó a sus seguidores en una transmisión por Facebook.

Famoso por su retórica exaltada, nutrida de comentarios machistas, racistas y homófobos, Bolsonaro ha intentado moderar el tono en las últimas horas. En esa última transmisión dijo también: "Queremos un Brasil libre, que deje los prejuicios: blanco, negro; homo, hetero; quién sabe si yo soy gay, y si yo fuera, cuál es el problema", dijo, acompañado del diputado electo Helio Negão, un hombre negro.

También ha procurado alejar el temor de que su gobierno podría significar un regreso a los años sombríos de la dictadura militar (1964-1985).

Algo que no parece preocupar a sus seguidores, que este sábado realizaron una caravana para apoyarle en Sao Paulo.

"Vine porque quiero a Bolsonaro presidente. Trabajamos mucho para conseguir limpiar Brasil, y sacarlo de las manos de los comunistas, y ahora lo estamos consiguiendo", contó satisfecho Dorival Andrade, quien participó de la expedición de unos 500 vehículos.