Click acá para ir directamente al contenido

Colegio de Matronas pide perdón por rol en dictadura

"Nunca más vamos a permitir que se violen los Derechos Humanos y ser cómplices de eso, no atendiendo el llamado que hicieron nuestras colegas y que no quisimos acoger", dijo Anita Román.

José Morgado

Miércoles 31 de diciembre de 1969

La presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, pidió "perdón" por el rol que tuvo la orden gremial en los años previos y posteriores al golpe de Estado, en donde no sólo no se acogieron las denuncias de familiares de matronas detenidas, sino que incluso la entidad entregó los nombres de los denunciantes a las autoridades de la época.

"Nunca más nuestro colegio va a ser condescendiente con una dictadura, como ocurrió en los años 70'. Nunca más vamos a permitir que se violen los Derechos Humanos y ser cómplices de eso, no atendiendo el llamado que hicieron nuestras colegas y que no quisimos acoger. Por eso pido perdón a nombre de todos y todas mis colegas", dijo la dirigente gremial, en el marco de un foro de representantes de los gremios de la salud en la actividad "40 medidas a 40 años del Golpe de Estado", que organizó la CUT.

Durante el mencionado foro, la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones dejó con la palabra a Verónica Báez, ex presidenta y matrona del Hospital Barros Luco en 1973, quien recordó los difíciles días previos al Golpe de Estado y la detención de la que fue objeto por una patrulla militar el 21 de septiembre, teniendo ella 7 meses de embarazo, donde estuvo recluida en el Estadio Nacional.

"La única solidaridad que recibí en ese minuto fue de mis propias colegas. Personal de la FACH me lleva detenida desde el hospital, pero en la lista había muchas matronas, pero yo era la única que en ese momento estaba trabajando. Dos de ellas, al enterarse que me habían llevado embarazada, fueron también –ingenuamente- a entregarse a la Fuerza Aérea, y fueron detenidas y torturadas. Nunca me voy a olvidar de ese gesto de solidaridad, que no pasó con muchas otras", dijo.

Contó que tras la intervención del Gobierno a los colegios profesionales, la dictadura dejó en sus cargos a los presidentes adeptos al nuevo régimen por 10 años, y recién en 1984 ella y otros dirigentes comenzaron a tratar de revertir la inmovilidad de los gremios frente a los atropellos y violaciones a los Derechos Humanos, logrando elecciones con nuevos dirigentes en el Colegio Médico y luego en el Colegio de Matronas.

"Nuestro Colegio, como quedaba cerca de la Plaza de Armas (en calle Phillips) sirvió muchas veces como refugio frente a la represión que se vivía en las calles. A partir de esa época fuimos los dirigentes de los colegios profesionales uno de los impulsores de la Asamblea de la Civilidad, que finalmente nos llevó al plebiscito del año ’88. Así pudimos revertir esta situación", recordó Verónica Báez.

Posterior al testimonio, la actual directiva se comprometió a constituir el Departamento de Derechos Humanos del Colegio, donde se materializará la memoria de las matronas víctimas y de las más de doscientas embarazadas detenidas y torturadas, de las cuales existen aún siete desaparecidas.