La muerte de un convicto con problemas mentales por quemaduras con agua hirviendo, encendió las alarmas en Estados Unidos.
Activistas de derechos humanos y organizaciones religiosas enviaron una carta al secretario del Departamento de Justicia, Eric Holder, para que investigue la crítica situación que viven las cárceles del condado Miami-Dade.
Según consigna Diario Las Américas, la víctima fue identificada como Darren Rainey, quien fue dejado solo durante dos horas mientras era sometido a un chorro de agua hirviendo, lo que provocó grave heridas en su cuerpo.
El presidente de la Unión de Libertadores Civiles de Estados Unidos, Howard Simon, explicó que "el problema empieza con el Departamento de Policía, con medicina legal y las autoridades de las cárceles, que no siguieron una investigación, ni entrevistaron testigos clave, como la enfermera que estaba de turno y los otros internos que vieron lo que pasó".
Agregó que las autoridades "no preservaron tampoco evidencia importante", considerando que el hecho ocurrió hace dos años y no se conoce a los responsables.
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