Click acá para ir directamente al contenido

Fantasmas de la crisis en España

Las críticas apuntan a las autoridades de las comunidades autónomas que invirtieron en obras de infraestructuras sobredimensionadas. Por ejemplo, un aeropuerto que no recibió vuelos en nueve meses y que costó 151 millones de euros.

Agustín Benaprés

Lunes 24 de septiembre de 2012

"Era pan y circo, si había plata se sacaba", dice el economista del IEDE, Alejandro Urzúa, para referirse al boom de infraestructura en transporte que experimentó España y que refleja en parte la crítica situación económica que atraviesa ese país.

No deja de sorprender la enorme cantidad de aeropuertos (52) para un país con cerca de 46 millones de habitantes y 50 provincias.

En rojo están los aeropuertos con resultados operacionales negativos, con pérdida.

 

Y lo que es más grave aún, solo ocho aeródromos son oficialmente rentables según el informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

"Los países que gastan más de lo que ganan les pasa eso", dice el economista Sergio Melnick. Y agrega que "no hay nadie capaz de sacar a España y a Europa de su problema si gastan más de lo que ganan. Ahora en términos políticos es muy difícil realizar ajustes porque es impopular y deben acortar gasto social, empleo, jubilaciones, no hay otra alternativa".

Este es el panorama del llamado "aeropuerto fantasma" de Ciudad Real. Con capacidad para 2,5 millones de pasajeros al año, tuvo tres vuelos semanales gestionados por subvención pública hasta el cierre de operaciones de rutas regulares en octubre de 2011.

Ciudad Real tiene 75 mil habitantes, el aeropuerto tiene una de las pistas más largas de Europa. Así relatan la cruda realidad de una infraestructura monumental que no se usa y que genera pérdidas millonarias financiadas con gasto público. 

 

Aeropuerto "fantasma" de Ciudad Real

Aeropuerto "fantasma" de Ciudad Real

El complicado estado financiero de los aeropuertos en España.

 

Realidad similar a la que vivió el "aeropuerto fantasma" de Castellón cerrado en abril pasado. No recibió un solo vuelo en nueve meses después de su inauguración y tuvo un costo inicial de 151 millones de euros.

Cerca de 3.600 euros ($2.206.800 pesos) diarios costaba su mantención, tirando a la basura casi 1 millón de euros al no tener pasajeros.

Polémico por decirlo menos y que ha sido objeto de burlas. Aquí una muestra de ello.

 

Aeropuerto de Castellón sin aviones ni pasajeros

Aeropuerto de Castellón sin aviones ni pasajeros

El complicado estado financiero de los aeropuertos en España.

 

El economista Alejandro Urzúa explica que "las comunidades autónomas tenían independencia para endeudarse. Entonces cómo vas a manejar un país que tiene diferentes comunidades que se endeudan en lo que ellas consideran necesario para su requerimiento, sin tener una visión global. Es como si en Chile cada región gastara en función de lo que creen que necesitan y sin un ente rector que coordine. Hay una carencia de visión de políticas públicas", sostiene.

Para Urzúa, esa independencia para gastar pero no para cubrir sus gastos "hace que se genere este boquerón en términos económicos también porque está apuntado a un  Estado 100% benefactor que tiene que cumplir con todos los requerimientos sociales pero sin ver que efectivamente no era un fondo infinito de ingresos sino que estos recursos iban a ser limitados y llega el momento en que tenían que pagar".

Si comparamos la situación española con Alemania, resulta evidente que algo está fallando en la madre patria.

Sabido es que los germanos son uno de los pilares en la comunidad europea y con 81 millones de habitantes no necesitan más de 39 aeropuertos.

"Si te das cuenta los países con mayores complicaciones económicas son los países de la zona sur europea, más bien los latinos; Grecia, Portugal, España, Italia incluso Francia. Y si te das cuenta tienen un alto acento en el tema social con bonos o coberturas. De hecho en la población griega, más de la mitad trabaja en el Estado, entonces hay varios factores que hacen que sean muy pesados en sus costos operacionales y también no sean del todo bien organizados y rentables", sostiene Alejandro Urzúa.

Pero la situación de caos no radica solo en los aeropuertos, también hay problemas en las conocidas radiales. Autopistas privadas de gran calidad que no consiguen tráfico y que están al borde de la quiebra.

 

Radiales en quiebra

Radiales en quiebra

El complicado estado financiero de las autopistas en España.

 

Madrid por ejemplo se conecta con radiales concesionadas y carreteras gratuitas.

Los conductores prefieren circular por sus alternativas gratuitas, lo que ha llevado a una pérdida del 45% de los usuarios que usaban las autopistas pagadas desde el 2008.

"Hay una falta de visión global de políticas públicas, donde hay que tratar de mantener equilibrada la canasta fiscal, el gasto fiscal. Nosotros en Chile antes de hacer una infraestructura vial importante, vemos si está bien cuantificada, si tiene un buen tamaño, si es rentable, se hacen estudios ambientales, se revisan una serie de factores que quizás no necesariamente se vieron en estas diferentes comunidades autónomas para generar estos proyectos porque había esta pseudo billetera fiscal que para muchos es vista como una fuente de recursos infinitos, lo que en la práctica está demostrando que los recursos no solamente eran finitos sino que además limitado y con gastos insuficientes", detalla Urzúa.

A eso se suma ciudades gigantescas edificadas a las afuera de Madrid como Seseña Nuevo en Toledo o Yebes en Guadalajara.

Si bien sus costos de vida son infinitamente inferiores a vivir en una urbe como la madrileña, el problema es que su ocupación también es inferior.

Lo que se suma a la baja ocupación de los trenes de alta velocidad, AVE, que en algunos casos se detienen en estaciones completamente vacías de pasajeros.

Ciudades fantasmas que no logran completar un mínimo de habitantes, aeropuertos sin personas, autopistas al borde de la quiebra en lo que se conoce como "la burbuja inmobiliaria" española.

"Pensar que se pueden ajustar sin un sacrificio social, es imposible. Lo que pasa es que la política en ese sentido en bastante perversa porque esto ya no es ni siquiera de un lado de izquierda o derecha. El que esté en la oposición  va a decir que lo puede hacer mejor y va a caer en el populismo produciendo más problemas", asegura el economista Sergio Melnick.

"Va a tener que venir una política de ajustes, de reestructuración, de un ordenamiento del gasto estatal, cosa de poder optimizar lo que realmente se necesita versus la realidad que tiene el país", explica el economista del IEDE, Alejandro Urzúa. Y agrega que "España tiene que pasar por un proceso de optimización y cuando estos procesos de alguna manera le empieza a doler el bolsillo a diferentes actores, rápidamente se empieza a regular que es por un lado lo que esperamos que pase ahora en términos más inmediatos".