No está claro por qué en África la proporción de albinos es mayor que en cualquier otro continente, pero sí está claro que en ese lugar es más peligroso padecer dicha condición.

En muchos países del sudeste de ese continente se cree que las personas con albinismo poseen propiedades mágicas y, en consecuencia, se les busca para realizarles amputaciones.

Al pequeño Baraka Cosmas, de cinco años, un grupo de desconocidos le cortó la mano con esos fines. Hoy vive en Filadelfia, Estados Unidos, donde una fundación se comprometió a realizarle una prótesis personalizada.

Pero no es la realidad que muchos niños y adultos viven en países como Tanzania y Burundi, lugares en que llegan a ser perseguidos para amputarles.

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