Cerca de 300 inmigrantes indocumentados han fallecido y otros 250 están desaparecidos tras el naufragio de una barcaza que intentaba llegar a la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia.
La alcaldesa de la isla, Giusi Nicolini, confirmó la cifra de muertos y explicó que entre ellos hay cuatro niños, además de una mujer embarazada.
No obstante, la autoridad agregó que la cifra de muertos puede ser mayor, ya que -según dijo- "el mar está lleno de cuerpos".
Nicolini informó a los medios italianos de que, entre los supervivientes, se detuvo a una persona que creen puede ser el traficante que llevaba a las 500 personas en el barco.
"Se trata de una tragedia inmensa", ha añadido Nicolini, quien explicó que los supervivientes han relatado que llevaban varias horas en alta mar y que no conseguían llamar para ser rescatados por lo que decidieron encender un fuego para ser localizados.
"La barcaza después se incendió, muchos inmigrantes tuvieron que arrojarse al mar y posteriormente volcó", agregó la alcaldesa.
"Es un horror. No dejan de llegar barcos y descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver esto. Es impresionante", agregó la alcaldesa entre lágrimas mientras hablaba por teléfono con algunas televisiones.
Por su parte, el responsable de la Agencia Sanitaria de Palermo, Antonio Candela, informó que se han rescatado a 150 personas.
Candela añadió que las condiciones de los supervivientes eran buenas y, aunque algunos presentaban síntomas de hipotermia, ninguno necesitó ser hospitalizado.
Los inmigrantes han explicado que proceden de Eritrea y Somalia y que habían salido de las costas de Libia. En la operación de rescate intervienieron lanchas de la Guardia Costera italiana, de la Policía de Finanza y Fronteras italiana (Guardia di Finanza), además de pesqueros y barcas privadas.