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Recuerdo del terror

Ataques pusieron en evidencia fallas en la seguridad de la Olimpiadas.

Mariángel Calderón

Miércoles 5 de septiembre de 2012

Eran las 4.30 de la madrugada del 5 de septiembre de 1972 cuando un grupo de terroristas palestinos, integrantes del grupo Septiembre Negro, saltó la cerca de seguridad en la villa olímpica de los Juegos de Munich e ingresó al departamento de la delegación de deportistas israelíes para secuestrarlos y pedir la liberación de 200 presos a cambio.

Cuarenta años han pasado desde ese día y Alemania recuerda el atentado que expuso las fallas en la seguridad de la cita deportiva mundial. Además, recordó que la amenaza del terrorismo internacional estaba a la vuelta de la esquina.

Con una ceremonia en el aeropuerto de Furstenfeldbruck, lugar donde se efectuó el enfrentamiento fatal entre la policía y los secuestradores, las autoridades conmemorarán un aniversario más de la tragedia que terminó con la vida de 11 atletas israelíes.

Tras entrar al edificio, los terroristas accedieron a la pieza de los atletas israelíes y dispararon contra el entrenador del equipo de lucha, Moshé Weinberg, quien intentó defenderse con un cuchillo, y contra el luchador Joseph Romano. Ambos serían las primeras víctimas de la masacre.

Más tarde David Berger, Ze'ev Friedman, Joseph Gottfreund, Eliezer Halfin, Andre Spitzer, Amitzur Shapira, Kehat Shorr, Mark Slavin y Yakov Springer, se convirtieron en rehenes y comenzó una larga jornada de negociaciones fallidas que culminó con los atletas con las manos atadas al techo de los helicópteros utilizados para escapar agonizando, mientras los secuestrados escapaban.

Una vez terminada esa fase, que duró unas dos horas, los terroristas lanzaron una granada en a las naves para poner fin a la vida de los atletas que son considerados héroes en Israel. Luego, sólo tres terroristas serían capturados en la operación. El Comité Olímpico decretó un día de duelo, para después continuar con la competición.