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Fraude en huevos orgánicos

Creciente preocupación en el viejo continente por las prácticas de la industria alimentaria.

24horas.cl Tvn

Lunes 25 de febrero de 2013

La crisis alimentaria en Europa, luego del escándalo de la carne de caballo, se ha trasladado a los huevos.

Autoridades alemanas están investigando un posible fraude a gran escala de productores de huevos orgánicos en medio de crecientes preocupaciones sobre las prácticas de la industria alimentaria.

El estado de Baja Sajonia, en el norte de Alemania, se ha abierto investigaciones en unas 150 granjas sospechosas de vender deliberadamente huevos producidos por gallinas hacinadas bajo un sello orgánico.

"Si las acusaciones son fundadas, entonces estamos hablando de un fraude a gran escala: fraude contra los consumidores pero también fraude contra las muchas granjas orgánicas en Alemania que trabajan honestamente", aseguró este lunes la ministra de Agricultura alemana, Ilse Aigner, en un comunicado.

La ministra instó a los gobiernos regionales a garantizar el pleno cumplimiento de las leyes de Alemania y de la UE sobre la producción de alimentos ecológicos, añadiendo que los consumidores deben tener plena confianza en los sellos de los productos.

Producir huevos orgánicos cuesta unos 10 céntimos más que los que se producen bajo condiciones industriales estándares.

La alimentación orgánica es una industria comprometida con el medio ambiente en Alemania, donde muchos consumidores están dispuestos a pagar algo más por huevos, carne, verduras y otros productos que creen que han sido producidos orgánicamente.

La sospechas de un fraude en los huevos orgánicos coinciden con el descubrimiento de que carne de caballo fue catalogada como ternera en alimentos procesados vendidos por toda Europa. El escándalo ha provocado la retirada de platos precocinados y ha dañado la confianza en la industria alimentaria del continente.

Hace dos años se extendió por la Unión Europea una alerta sanitaria cuando las autoridades alemanas dijeron que piensos contaminados con dioxinas habían alimentado a gallinas y cerdos, contaminado a huevos y a la carne de aves de corral y cerdos en las granjas afectadas.